No nacemos sabiéndolo todo
Sin embargo, hemos dado por hecho que todos sabemos cepillarnos los dientes correctamente, pero no es así.
El problema es que no somos conscientes ni solemos reconocerlo, nos avergüenza pedirle ayuda a nuestro dentista para algo tan “básico” y, para colmo, en los medios suelen mostrarnos técnicas de cepillado erróneas. El resultado: una boca enferma.
Lo que importa es la maña. Cada uno de nosotros es diferente y, por tanto, debe seguir la técnica de cepillado que mejor se adapte a sus particularidades. De ahí que sea sumamente importante que recurramos al asesoramiento de nuestro dentista o higienista dental, que sabrá mostrarnos la técnica más adecuada para nosotros.
Pedir consejo a los profesionales es siempre una opción sabia, no debe darnos ninguna vergüenza solicitarles una clase práctica de cepillado dental por muy adultos que ya seamos. El cepillado requiere una buena destreza.
Cepillo de dientes de cabezal pequeño. Aconsejamos el uso de un cepillo de cabezal pequeño, capaz de llegar a todos los rincones de la boca. Son recomendarles incluso cepillos infantiles, que suelen ser mucho más fáciles de manejar.
Movimiento preciso y masajeador. La técnica es sencilla, tan sólo tendremos que apoyar las cerdas del cepillo en la zona de unión entre la encía y el diente, con una ligera angulación de aproximadamente 45 grados, de manera que ayudemos a que se introduzcan levemente bajo la encía. A continuación, masajearemos esa zona, sin apretar, dedicándole varios segundos a cada diente, uno por uno, con movimientos cortos, primero por la cara externa y luego por la interna; y, por último, cepillaremos las caras oclusales (las que utilizamos para masticar) desde dentro hacia fuera. Es importante que nos creemos una rutina de recorrido, la que queramos, para no dejar ninguna parte sin cepillar, y que dentro de ella incluyamos el cepillado de la lengua, desde atrás hacia adelante.
Con esta técnica centraremos nuestra higiene dental en el primer tercio superior del diente, donde más tiende a acumularse la placa bacteriana. Los espacios interdentales, los limpiaremos con hilo dental o cepillos interproximales y/o irrigadores dentales. ¿Cómo saber si lo estamos haciendo bien?
Estaremos cepillándonos los dientes correctamente si sentimos un masaje suave y agradable en la encía. Es muy importante sentir cómo lo estamos haciendo. Una manera de tomar conciencia es cerrar los ojos y centrarse en lo que sientes mientras te cepillas. Al tiempo que dirigimos los movimientos.
La poetisa estadounidense Maya Angelou dijo : «He aprendido que la gente olvida lo que le dijiste, incluso olvida lo que le hiciste, pero nunca olvidará cómo le hiciste sentir».
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