Alimentos ácidos, un problema para nuestra salud dental
Al oír la palabra "ácido", nos viene a la mente los tubos de ensayo de un laboratorio, o quizás lo asociamos a los alimentos que nos provocan acidez de estómago e indigestión. Pero los alimentos ácidos también son un problema para nuestra salud dental.
Mientras que la mayoría de los alimentos se consideran poco ácidos, hay unas cuantas comidas y bebidas que, debido a su acidez, se pueden considerar un problema. Provocan erosión.
¿Como afectan los ácidos a nuestra boca?
Los alimentos ácidos son un problema para nuestros dientes dado que debilitan el esmalte. Cada vez que ingerimos algo ácido, el esmalte de nuestros dientes queda temporalmente debilitado haciendo que perdamos parte del contenido mineral del diente.
Posteriormente nuestra saliva irá poco a poco anulando esta acidez, e irá devolviendo a los dientes su estado natural. En cualquier caso, si este proceso ocurre con frecuencia, no le daremos tiempo a nuestros dientes a recuperarse. A consecuencia, iremos perdiendo poco a poco el esmalte dental.
El esmalte dental es la capa dura de nuestros dientes que protege a la destina. Cuando aceleramos el desgaste del esmalte, exponemos nuestra destina y eso provoca hipersensibilidad y dolor.
Los ácidos más comunes que encontramos en los alimentos son los ácidos carbónicos, los ácidos cítricos y los ácidos fosfóricos. Todos ellos debilitan nuestro esmalte acelerando la erosión dental.
Al hablar de alimentos ácidos hablamos de las dos "F": Frutas y bebidas efervescentes (del inglés fizz and fruit).
Bebidas con gas
La efervescencia es a menudo una señal de acidez en las bebidas. Las más comunes son las bebidas gaseosas, sodas y bebidas carbonatadas. Es importante señalar que incluso las que se venden bajo la etiqueta "light" o "Cero" son igualmente dañinas en este aspecto. Incluso las aguas con gas pueden resultar dañinas si las consumimos con asiduidad.
Y como no, las bebidas alcohólicas también resultan ácidas y dañinas. La cerveza, la sidra, el vino blanco o vinos espumosos como los cavas son ejemplos de bebidas que preferiremos evitar si queremos conservar la salud de nuestros dientes.
La mejor manera de evitar el daño causado por las bebidas carbonatadas es simplemente, evitarlas. En cualquier caso, tomarlas solamente durante la comida es una buena forma de evitar el daño provocado por sus ácidos.
Otro consejo útil puede ser el tragar la bebida rápidamente. Evitaremos mantenerla en nuestra boca o "enjuagarnos" con ellas. Una vez más, de lo que se trata es de reducir el tiempo de exposición de nuestros dientes al ácido. Otro consejo puede ser el beber con una pajita. Esto hará que la bebida pase directamente al paladar evitando en cierta medida el contacto con los dientes.
Lo cierto es que estamos rodeados de bebidas ácidas perjudiciales para nuestra salud dental. Como consumidores es complicado elegir siempre bebidas saludables. Así estemos en un supermercado, un restaurante o si asistimos a cualquier evento social nos encontramos rodeados de estas bebidas.
El agua junto a la leche -que ayuda a neutralizar los ácidos de la boca-, serán las mejores bebidas que podamos tomar.
Fruta
Un par de piezas de fruta al día son parte de una dieta saludable. Sin embargo, algunas frutas contienen ácido cítrico y eso puede favorecer la erosión dental.
Como no, las peores son las frutas denominadas "cítricas". Estas tienen niveles bajos de pH, lo que quiere decir que son ácidas. En esta categoría encontramos a los limones, limas, pomelos, ciruelas, uvas y arándanos. Piñas, naranjas, melocotones y tomates también se consideran frutas y verduras ácidas.
Y como ya te habrás imaginado, en este caso no debemos cometer el error de eliminarlas de nuestra dieta dado que son altamente nutritivas y muy ricas en vitaminas. Simplemente bastará con seguir estos consejos:
Al igual que con las bebidas gaseosas, podemos limitar la ingesta a las horas de las comidas (desayuno, comida y cena). Con eso bastaría para mantener una dieta equilibrada sin perjudicar nuestra dentadura.
Y trata de consumir la fruta entera. Con ello te beneficias de todas sus minerales, vitaminas y fibras. Evita los zumos y aún más los preparados, que normalmente tienen un extra innecesario de azúcar.
Como ves, mantener tu salud dental no es complicado cuando tienes información. Si aún así detectas un aumento en tu sensibilidad dental, considera que este puede ser el primer síntoma de un proceso de erosión de tu esmalte dental. Si te encuentras en esta situación, no dudes en visitarnos en alguna de nuestras clínicas en Cájar o Granada capital. Te ayudaremos a determinar que está causando esta sensibilidad y podremos revertir el proceso.
Y mientras esperas la visita a tu dentista, puedes usar alguna pasta dental que ayude a mineralizar tus dientes. No olvides cepillar tus dientes mínimo dos veces al día y durante un mínimo de dos minutos.
Recuerda, ¡la salud de tus dientes es lo primero!